Led Zeppelin: Cuando el rock se hizo rock

La excusa es un nuevo aniversario de su primer disco. Pero como de las grandes músicas de todos tiempos, siempre se descubre algo sin negar lo que ya se sabe. Un saber inagotable que invita a escucharlos una vez más. 



Ocurre en un taller de restauración de muebles. Ahí el tipo que habla por la radio deja de hablar para pasar Good Time, Bad Time. Raro ¿no?, dice uno que espera delante de quien esto firma. El buen tiempo o el malo, sonríe uno de los capos del taller, manos manchadas, cigarrillo en la boca, pelos a lo Einstein, de barrio, como el Gordo Troilo o el Polaco Goyeneche. El tema por una radio AM, dice el cliente, correcto clase media porteño. El tipo de la radio pisa la canción. Y dice el tipo de la radio que se cumple un nuevo aniversario de la salida de Led Zeppelin I, primer disco del grupo inglés que se llamó así porque dicen que dijo el baterista de The Who, Keith Moon, durante la grabación de un tema de Jeff Beck en el que participaba junto a Jimmy Page (impulsor y guitarrista de Zeppelin), John Paul Jones (tecladista de Zeppelin) y John Entwistle, que el nuevo grupo caería como un Zeppelin de plomo. Todo eso leyó el tipo de la radio de algún lugar y agregó que el aniversario que se cumplía era el número 41. El capo del taller, sonríe. ¿Contemporáneo de Zeppelin? Pregunta el correcto clase media porteño desde su menor edad, que no por eso es menor, ni tampoco joven, se deduce de la mirada del capo, que lo mira como parece que lo miraban a él, contemporáneo de los Zeppelin, cuando joven: sin contemplación, como se miraba a cualquiera que por actos y no por edad, asumía la responsabilidad de ser adulto. 

Por eso le pusieron así. Page que venía de The Yardbirds, con Beck y (Eric) Clapton, ya tenía en el bolsillo a John Paul Jones, a Robert Plant (voz) y a John Bonham (batería), dijo el capo del taller sin dar el gusto de aclarar si era o no contemporáneo. Plomo en inglés se escribe Lead; Peter Grant dice que sugirió cambiarlo para que en Estados Unidos fuera más claro por un tema de pronunciación. Esas cosas de los productores. Fue una decisión de Page, como fueron las grandes decisiones en la banda. Moon le hacía un chiste de viejo choto. Page no le iba a dar el gusto de darle entidad al que en su envidia disfraza de chiste la ofensa. Así que dejó Zeppelin y sacó plomo. 

Lo único de plomo que tuvo Zeppelin fue la densidad de su música. Se dio vuelta y se fue. Correcto clase media porteña miró buscando complicidad en su gesto de está medio loco. No la consiguió. 

Chistó, en queja. El capo volvió con unas cosas en la mano, tenía oído: miró a correcto clase media porteña pera al pecho, ojos arriba levantando cejas, anteojos en la punta de la nariz amenazando una caída que jamás sucedería. 

Led Zeppelin hizo que el rock sea rock. Sí, Beatles, Stones, Who, Hendrix, Doors, todos los que vos quieras, pero rock, a lo que le decimos rock, es Zeppelin. Fijate que los tipos en enero sacan Led Zeppelin I y en octubre Zeppelin II. Un poco para joderlo a Moon, otro porque estaban apurados, como todos en esa época: con las cosas que teníamos para hacer y mostrar mirá si nos íbamos a fijar en el nombre. Los Beatles se acababan. Se sentía en el aire: una banda que no salía de gira dejaba de ser banda; un poco como ahora, eso está bueno. 

Correcto clase media porteña ya no chistaba. Cambió la cara también. 

Los Stones estaban en el horno con el tema de Brian Jones; los Doors, muy drogados; Hendrix daba el canto del cisne del sueño generacional en Woodstock, y los Who estaban lejos de My Generation. Lo nuevo, la insulina que volvía a nutrir el movimiento era Zeppelin. Pero eso fue en octubre. Cuando hicieron esto. Y ahí arrancó Whole Lotta Love en la versión de La canción sigue siendo la misma, la película que millones vieron en el mundo, y en Buenos Aires se pasó hasta que el fílmico no tuvo una canción entera. 



Ese riff de inicio que al terminar el primer compás aparece el bajo con los mismos tonos, es el descubrimiento de una galaxia, indica el nuevo camino a seguir, si se quiere seguir. En el medio, un intervalo de jazz con gemidos de Plant. Eso era reloco, zarpado, un atrevimiento que en la composición se habían tomado los Beatles nada más. Y una pirateada, encima, como buenos ingleses: el tema era como uno de Willie Dixon y Muddy Waters. Dixon ganó el juicio, y en 1986 tuvieron que ponerlo en los créditos. Con ese tema nace el rock. 

Fuente:rocknoticias.com.ar