El experto en historia Augusto Sorzano Puyana hace un análisis de varias aristas de la música.
Vientos de guerra, guerras, batallas y tratados de paz, siempre han estado en la inspiración de los compositores a través de los tiempos y en todos los lugares del planeta. Y, también, aquella inspiración ha reflejado diferentes sentimientos que van desde la tristeza, la desolación, el orgullo lesionado, la soberanía atropellada, hasta el júbilo del triunfo, a la recuperación de lo perdido, a la exaltación del patriotismo y del nacionalismo, a la glorificación de la gratitud y al justo anhelo por la paz.
Es claro que instrumentos musicales se habían tocado 'juntos' y en varias combinaciones, por cientos de años. "En la Edad Media, esos grupos se usaban para apoyar la difícil polifonía de la música de las iglesias". "Aquellos grupos empezaron a aparecer en el Siglo XIII y, generalmente, se reclutaban de las Bandas de los pueblos y para eventos públicos".
"En Inglaterra se llamaron 'waits', en Alemania 'stadtpfeifer' y en Italia 'pifferi' y así, se consideran, con el avance de los años, como los primeros signos de una verdadera 'actitud orquestal', aunque también se afirma que tan solo a finales del Siglo XVI, aquella condición se concretó con Giovanni Gabrieli y su Sonata Pian'e forte para dos grupos de instrumentos".
Claudio Monteverdi, con su ópera La favola d'Orfeo, presentada por el Duque de Mantua en 1607 , también cabe dentro de ésta apreciación. Entonces, es relativamente reciente, en la historia de la música, que un compositor pudiera sentarse a escribir una nueva obra, con la certeza de que en otros sitios del mundo civilizado existiera la agrupación con los instrumentos para tocarla, razón por la cual, para ir en busca de registros más o menos confiables, es preciso considerar, desde el Siglo XVI, ejemplos posteriores en materia de compositores y obras, con propósitos definidos en las diferentes actividades de las gentes.
El himno nacional británico, "God save the Queen", cuya primera aparición data de 1744 en el Thesaurus Musicus, posee un texto con autor que se desconoce, pero una melodía que se atribuye al compositor inglés Henry Purcell , y que fue muy popular como canción de los realistas durante sus marchas en la rebelión de 1745. Desde entonces, se adoptó como himno nacional en Inglaterra.
George Frideric Handel compuso un himno, "The King shall rejoice" y un Te Deum, para la solemne celebración en Londres del triunfo en Dettingen, de la alianza entre Gran Bretaña, Austria, Sajonia y Saboya, en contra de Prusia y Francia, durante la Guerra de Sucesión de Austria. La primera interpretación del Te Deum de Dettingen fue en la Capilla Real de St. James, en 1743.
George Frideric Handel compuso en 1749 la Suite "Música para los Fuegos Artificiales Reales", para la celebración de la firma de la Paz de Aquisgrán ,- "Peace of Aix-la-Chapelle"-, un solemne espectáculo, también sobre el Támesis, con fuegos de artificio que se realizó en Londres. "Por solicitud del monarca, la suite debía ser solo para instrumentos "bélicos" (vientos y percusión), pero Handel, posteriormente al evento, le agregó partes para instrumentos de cuerda".
Además de la Sinfonía No 100 "Militar", la "Missa in tempori belli", y el Himno "Emperador" (posteriormente adoptado como Himno Nacional de Austria), Franz Joseph Haydn compuso en 1798 la "Nelson Mass" , también conocida con los nombres de "Misa Imperial" y "Misa en Tiempo de Guerra" , inspirada en el triunfo del Almirante Lord Nelson, en la Batalla del Nilo.
La Fantasía Coral y la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven son verdaderas oraciones por la paz. Pero la inspiración de Beethoven alcanzó para mucho más: La Sonata para Piano 'Los Adioses' , también conocida como 'Les adieux, l'absence et le retour', compuesta en 1809, la escribió en memoria de la partida de Viena del Archiduque Rodolfo, durante la ocupación francesa. La Victoria de Wellington, conocida también como Sinfonía de la Batalla, fue compuesta por Beethoven en 1813
para conmemorar el triunfo del ejército inglés y la derrota de Napoleón en Vitoria, España.
No fue un repentino acceso de fervor patriótico el que indujo a Peter Ilyich Tchaikovsky a componer la Obertura 1812, aunque si así hubiera sido, difícilmente tendría mayor sentimiento patriótico que el que, de por sí, contiene.
"Nicolai Rubinstein le encomendó a Tchaikovsky una pieza festiva para ser ejecutada durante la Exhibición de Artes e Industria de Moscú en 1882, en especial para la consagración de la Catedral para conmemorar la liberación de Moscú de los ejércitos de Napoleón en 1812". "Aunque Tchaikovsky en un principio estuvo reacio a aceptar la invitación, sí dio rienda suelta a la imaginación.
La obra debía ser ejecutada en la gran plaza frente al Kremlin, con gran orquesta y banda militar, con cañones verdaderos encendidos a distancia y con las campanas de la nueva Catedral y de iglesias cercanas sonando al vuelo". Como la Exposición tuvo que ser aplazada unos meses, la ejecución nunca se llevó a cabo con esa solemnidad. En la obra, Tchaikovsky maneja los temas de La Marsellesa y de los himnos de Rusia "Dios guarda tu gente" y "Dios guarda al Zar".
Siempre se ha considerado a La Marsellesa como producto de la Revolución Francesa y, tanto el oficial Claude-Joseph Rouget de Lisle, el compositor de su música y su letra, como Hector Berlioz, quien posteriormente hiciera su arreglo orquestal, lograron, con acordes marciales y encendidas estrofas, un fiel trasunto del genuino verbo revolucionario de aquellos días, para una obra que se adoptó después como Himno Nacional de Francia. Otra obra, igualmente emblemática, La Sinfonía Fúnebre y Triunfal, fue compuesta por Héctor Berlioz en 1840 por encargo del gobierno francés, para celebrar el décimo aniversario de la Revolución de París en 1830.
Franz Liszt compuso en 1851 su Poema Sinfónico "Mazeppa" , basado en un poema escrito por Victor Hugo, el cual relata la vida y muerte del famoso Rey Cosaco ucraniano.
"Pompa y Circunstancia" es el nombre de una serie de cinco marchas compuestas por Sir Edward Elgar (1857-1934). Su nombre proviene de una frase del tercer Acto de "Otelo" de Schakespeare "...pride, pomp and circumstance of glorious war". La primera de las marchas también se la conoce como "Land of Hope and Glory". A la cuarta marcha también se le agrega la frase "...All men must be free".
En 1848 , Johann Strauss I (el "viejo"), compuso la Marcha Radetzky, en honor del famoso soldado austríaco y Mariscal de Campo Joseph Wenzel Radetzky, quien fuera el artífice de las victorias del ejército del Imperio de Austria-Hungría, durante la Revolución de 1848-9.
En Europa, la marcha es emblemática en los eventos militares. En Austria, hoy en día, sería impensable el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena en la Musikvereinssaal, sin la atronadora salva de aplausos para la marcha Radetzky , siempre al final del alegre y solemne evento.
Sergei Prokofiev escribió, en 1945, la Ópera en 13 escenas "Guerra y Paz", basada en la novela de Tolstoi. "Las primeras 7 escenas se concentran en la paz, en tanto que las últimas 6 se refieren a la guerra".
"El Retrato de Lincoln", de Aaron Copland en 1942, una obra para narrador y orquesta, es la descripción de Lincoln basada en su acervo epistolar, con acompañamiento orquestal. Se refleja y se exalta en ella, el patriotismo del gran estadista norteamericano.
En la Sinfonía No.7 "Leningrado", de Dimitri Shostakovitch, compuesta en 1941 durante el sitio de Leningrado por Alemania en la Segunda Guerra Mundial, se concibió la obra como pieza de propaganda artística, hacia la glorificación del espíritu de combate del Ejército Soviético.
La Cantata "Sul porte di Hiroshima", la ópera "Intolleranza" y la cantata "La fabbrica iluminata", son obras contemporáneas (1962, 1965) de Luigi Nono, "..cuyo estilo musical serialista ha estado muy comprometido con responsabilidades políticas revolucionarias de la nueva música, tales como socialismo doctrinario e investigación de nuevas audiencias proletarias, en su composición usando música electrónica con un fuerte componente vocal".
En una era como la presente, todo lo expuesto en párrafos anteriores se antoja apenas episódico, no tanto por haber sido el relato de un acontecer bélico difuso ya en la penumbra de los tiempos idos, sino por el contraste con la inquietante visión de la actualidad.
Visión que cambió la generalizada concepción de las gentes del tiempo y del espacio, hacia el enfoque para un mundo globalizado, y en términos de absurda inmediatez y de no menos absurda e incontrolable rapidez. Pero, paradójicamente, es también visión que está depositada en muy pocos, pero diluida en el accionar ineficiente de muchos, en múltiples frentes y de cara a gigantescos problemas geopolíticos, sociales y económicos, potencialmente conflictivos, que van parejos también con el desmesurado crecimiento demográfico y que habrán de plantear y exigir alternativas inaplazables de solución, para poder asegurar la subsistencia y relatar, con música o sin música, pero en paz, la historia a las generaciones venideras.
Augusto Sorzano Puyana
Fuente: eltiempo.com