La 'ciudad de la furia' espera un milagro para Gustavo Cerati
El ícono del rock latinoamericano cumple ya más de dos años en coma tras un concierto.
"Tu luz es muy fuerte / es iridiscente y altamente psicodélica / Te encuentro cuando el sol abre una hendija / que genera notas sobre la pared sombreada / Y suena tu música en la pantalla / sos el ángel inquieto que sobrevuela / la ciudad de la furia / Comprendemos todo / tu voz nos advierte la verdad / Tu voz más linda que nunca".
Esos son los versos que Luis Alberto Spinetta, el poeta del rock argentino, le regaló el año pasado a su colega Gustavo Cerati. Poco antes lo había visitado en su habitación de la clínica Fleni, de Buenos Aires, para cantarle, y el cuerpo dormido del exintegrante de Soda Stereo reaccionó con una mueca. A Ricardo Mollo, de la banda Divididos, también le respondió con un leve movimiento de mano, cuando este le cantó al oído. Son gestos, datos que construyen esa liana de fe a la que su familia se aferra, a la espera del milagro.
Desde octubre pasado, Cerati ya no está en el Fleni, adonde había sido trasladado a su llegada al país desde Caracas, donde el 15 de mayo de 2010 sufrió un accidente cerebrovascular, tras un concierto que dio en la Universidad Simón Bolívar.
Ahora el 'gigante dormido' -como lo llamó Spinetta- vive en la clínica Alcla, ubicada en la calle Vuelta de Obligado. Un centro de menor complejidad, donde casi a diario lo visitan su madre, Lilian Clark, y su hermana, Laura, las que no solo velan por él sino también por salvaguardar la privacidad del músico y de toda la familia.
Aquel poema de Spinetta ha ido tomando, con el tiempo, otras formas. Solidario como pocos, el creador de Plegaria para un niño dormido falleció el pasado 8 de octubre y muchos fans le pidieron un último favor a través de las redes sociales: "Flaco, si hablás con Dios pedile que Gustavo despierte".
Fuente: eltiempo.com
Esos son los versos que Luis Alberto Spinetta, el poeta del rock argentino, le regaló el año pasado a su colega Gustavo Cerati. Poco antes lo había visitado en su habitación de la clínica Fleni, de Buenos Aires, para cantarle, y el cuerpo dormido del exintegrante de Soda Stereo reaccionó con una mueca. A Ricardo Mollo, de la banda Divididos, también le respondió con un leve movimiento de mano, cuando este le cantó al oído. Son gestos, datos que construyen esa liana de fe a la que su familia se aferra, a la espera del milagro.
Desde octubre pasado, Cerati ya no está en el Fleni, adonde había sido trasladado a su llegada al país desde Caracas, donde el 15 de mayo de 2010 sufrió un accidente cerebrovascular, tras un concierto que dio en la Universidad Simón Bolívar.
Ahora el 'gigante dormido' -como lo llamó Spinetta- vive en la clínica Alcla, ubicada en la calle Vuelta de Obligado. Un centro de menor complejidad, donde casi a diario lo visitan su madre, Lilian Clark, y su hermana, Laura, las que no solo velan por él sino también por salvaguardar la privacidad del músico y de toda la familia.
Aquel poema de Spinetta ha ido tomando, con el tiempo, otras formas. Solidario como pocos, el creador de Plegaria para un niño dormido falleció el pasado 8 de octubre y muchos fans le pidieron un último favor a través de las redes sociales: "Flaco, si hablás con Dios pedile que Gustavo despierte".
Fuente: eltiempo.com