La agrupación alemana Kraftwerk en escena, una de las leyendas de la música electrónica.
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El formato que abrió las puertas de la revolución de la música digital cumple 30 años.
Logró posicionarse como un estándar clave para la industria y los artistas, que no dudan en destacar su flexibilidad para llevar a cabo sus obras.
Un pequeño teclado y un ordenador portátil: hasta que apareció la tecnología MIDI, hace 30 años, nadie imaginaba que sólo con ese equipo se podría dar un concierto. Dicen los entendidos que para apreciar realmente el tema Shine on you crazy diamond , de Pink Floyd, es mejor escucharlo en vinilo.
Las emisiones de los sintetizadores estallan a través del crepitar de la púa sobre el disco, mientras la guitarra y la batería marcan un ritmo ondulante. Es un sonido enorme que define toda una época, y uno puede sumergirse por completo en el espíritu de esos años con esa versión en vinilo.
Pero más allá de la impresionante creatividad de la música, el sonido evidencia una importante limitación en la forma en la que los instrumentos musicales electrónicos se controlaban en aquel momento.
"Una banda como Kraftwerk, por ejemplo, utilizaba 200 teclados analógicos distintos", explica el músico argentino Cineplexx.
Pero la tecnología de la Interfaz Digital de Instrumentos Musicales (MIDI, según sus siglas en inglés) permitió conectar los instrumentos a una computadora y entre sí, lo que supuso un cambio enorme.
"Yo cuando doy un concierto utilizo un teclado con 20 teclas y un ordenador portátil", cuenta Cineplexx .
Con estos elementos es posible componer, secuenciar, programar, modificar y reproducir el sonido de cualquier instrumento, como "un vibráfono o un sintetizador".
Un lenguaje común
El protocolo MIDI nació en California, de la mano de Dave Smith, un fabricante de sintetizadores, que convenció a sus competidores para que adoptaran un formato en común que permitiera controlar de forma externa a los sintetizadores, con otro teclado o incluso a través de una computadora.
MIDI pronto se convertiría en el estándar industrial para conectar diferentes instrumentos electrónicos, cajas de ritmo, samplers y ordenadores. Esta tecnología abrió una "nueva era de procesamiento musical".
"Lo que hizo MIDI es permitir el nacimiento de los primeros estudios de grabación caseros", cuenta Smith en conversación con Tom Bateman, de BBC Radio 4.
"Las computadoras eran lo suficientemente rápidas como para secuenciar notas y controlar el número de teclados y cajas de ritmos al mismo tiempo, y eso abrió paso a una industria nueva".
Fue un avance que tendría el mismo impacto en la música popular que la electrificación de guitarras, desarrollada décadas antes.
El nacimiento de la música dance
Alex Paterson , fundador de la banda de ambient dance llamada The Orb, tiene un estudio de grabación en su casa de Buckinghamshire, Reino Unido.
"Que Dios bendiga a MIDI", exclama al ser consultado.
"Fue como entrar en un sueño", cuenta, refiriéndose al sistema utilizado en 1990 para grabar el tema emblemático de la banda, Little Fluffy Clouds.
"Estaba todo allí guardado, listo para que tú lo lances, fue realmente increíble", recuerda.
Este control orquestado y secuenciado de los sonidos de sintetizadores, cajas de ritmo y samplers dio lugar a nuevas formas de producción: así nació la música dance.
Lo que hizo MIDI fue "separar la tecla del sonido", dice Cineplexx. Ahora se pueden crear órdenes digitales y asignarle a cada tecla los sonidos que se quieran.
El músico argentino ofrece una comparación interesante con las cámaras digitales y analógicas en el mundo de la fotografía.
"Hay quienes cuestionan la calidad", dice, pero destaca que en la práctica el MIDI proporcionó la posibilidad de escribir partituras digitales interpretarlas como se quiera con un pequeño teclado.
Libre acceso
La tecnología fue más allá de los dispositivos originales, y la norma MIDI se emplea en infinidad de equipos y nuevos desarrollos. Foto: AFP
El primer instrumento con capacidad MIDI fue un sintetizador llamado Prophet-600 - diseñado por Dave Smith - que comenzó a producirse en 1982.
Las computadoras Atari y Commodore 64, muy populares entre los aficionados a los videojuegos en aquella época, también podían utilizarse para controlar instrumentos MIDI a través de un cable con conectores DIN (de cinco puntas) en cada extremo.
La amplia disponibilidad del formato y la facilidad de su uso permitieron redefinir la música pop de los 80, le aportaron un fuerte sonido electrónico y engendraron muchos de los géneros musicales contemporáneos.
Dom Beken, coproductor de Alex Paterson, recuerda cómo la tecnología MIDI permitió que cualquiera pudiera crear "masivos paisajes sonoros". "Pioneros de la electrónica y antiguos punks ahora podían hacer cosas que enloquecían al público en las pistas de baile", dice.
Para Dave Smith, MIDI sólo podía triunfar si todos los fabricantes la adoptaban. "Tuvimos que regalarla", dice. La universalidad del formato fue quizás un ejemplo precursor de lo que ahora se denomina tecnología de código abierto (open source), para que cualquiera tuviera acceso.
"Por supuesto que hubiera sido divertido ganar dinero con ella", dice su creador californiano.
"Pero ese no era el plan".
Treinta años después, la tecnología MIDI se mantiene como uno de los componentes centrales de la grabación y producción profesional de música.
Fuente: Eltiempo.com
Fuente: Eltiempo.com