La industria de la música electrónica ha ampliado su espectro; para promotores y músicos, el ascenso era previsible, pues los avances tecnológicos vaticinaban el futuro de las mezclas.
John Digweed, quien junto con DJ Sasha ha peleado los primeros sitios de la música electrónica en los últimos 10 años, tiene claro el panorama.
“Ahora es más sencillo que cualquiera tenga su propio equipo en casa y pueda trabajar en su cuarto; se ha ampliado la competencia, es verdad, pero no todo lo que hay en la red es bueno y la gente cada vez toma más riesgos, yo siempre digo que deben seguir buscando espacios, pero que lo elemental es tener aunque sea una canción hoy en el top a no tener ninguna”.
Aunque concurrido el espectro, muchos se han dado la oportunidad de impulsar a la gente con talento, tal es el caso del DJ inglés Paul Oakenfold, quien cuenta con una interminable lista de abridores, como Jennifer Renne. “Lo increíble de esta industria es que no está consciente de que es trabajo y muchas veces se pierde el piso; a mí me ayudó mucho contar con el apoyo de mis compañeros, pues siempre se califica a una mujer por otro tipo de atributos”, refirió Renne, quien lanzará disco en septiembre.
México es uno de los mejores mercados, pero aún les falta identidad; se debe preservar una cultura de la música electrónica, así lo afirma Cookie quien lleva 10 años en la industria. “Aquí todavía nos encontramos en pañales y en un intento por copiar todo lo ya existente”.
Oferta y demanda
Y aunque el mercado para explotar a los DJ’s es amplio, aseguran que el monopolio en el espectáculo no es con lo único con lo que deben lidiar, sino con las elevadas cotizaciones que tienen estos músicos en el país.
“El problema es que no han sabido realizar tabuladores, y los elevan mucho y lo peor es que hay veces que ese dinero se queda en manos de los que ofrecen el evento y ni siquiera de los artistas”, explica Cookie.
En 2009 hubo mayor celeridad en ventas de consolas más que de guitarras eléctricas y el panorama y los espacios se ha ampliado. Los mejores músicos se encuentran en Alemania.
“Uno de los grandes mercados es Europa y Estados Unidos, pero el problema no está en salir, sino en crecer y permanecer; a veces a los latinos no se les abren las oportunidades, pero crear música requiere de toda una estrategia, muchos buscan sólo generar ganancias, pero no es el fin”, recalcó el argentino Hernán Catanneo.
Pero el desarrollo va en aumento, y aunque por cada 100 conciertos realizados en Ibiza en las ciudades cosmopolitas sólo se realizan unos 10, se prevé que en años posteriores haya una aceleración. “Es indiscutible, en México y en Asia hay grandes espacios; antes ese tipo de música se reservaba en espacios cerrados o en masivos, pero nunca había existido un escenario designado en Festivales de rock o Centros familiares como ahora”, dijo Paul Van Dyk.
El valor de la identidad
Para estar al nivel de los grandes exponentes internacionales, a los Dj’s mexicanos les hace falta encontrar un movimiento propio. “Para los artistas mexicanos no es muy bueno, no han sabido crear una identidad mexicana como músicos de electrónica, ha sido un poco fuerte la copia a los extranjeros y no han desarrollado su propio estilo, de ahí el problema en el crecimiento de los artistas de acá”, reiteró Cookie.
“Hay muchísimo talento en México, pero, como en Francia hay un movimiento de música electrónica, es un estilo, pareciera que los mismos DJ’s se juntan para proponerlo al mundo. En México no se ha creado un estilo propio”, señaló Blanca Ávila, quien considera que además de una cultura y espacios específicos, hay que terminar con la mala fama de los llamados raves en el país: “Debe haber lugares emblemáticos para que los DJ’s tengan mucha chamba y donde tocar”.
Fuente: elinformador.com.mx